Cuando una gallina se cría en libertad, se le deja correr y picotear y se le alimenta con cinco tipos de pienso distinto, los entendidos afirman que la calidad de esos huevos está garantizada. Por esta razón en Ladroni nos proveemos de estos huevos de Cobardes y Gallinas.
En nuestra cocina para el plato del huevo frito Ladroni pochamos el huevo antes de freírlo con delicadeza envuelto en finas hebras de pasta filo.
Una original fritura que crea contrastes llamativos al unir la melosidad de la yema de huevo y la textura “crunchy” de la pasta. Es como mojar pan en un huevo frito, pero a la italiana.
Una vez en el plato, culminamos la elaboración con el aroma de unas láminas de las últimas trufas de la temporada.
